domingo, 9 de diciembre de 2007

Venezuela apostará a la medicina personalizada


IVIC pondrá en funcionamiento las primeras unidades farmacogenómicas del país

Imagine que en los próximos años tenga la posibilidad de tomar medicamentos “hechos a su medida” y que esos mismos fármacos no los puedan ingerir otras personas aunque tengan la misma enfermedad, pertenezcan a su grupo étnico o vivan en condiciones sociales, geográficas y ambientales similares a las suyas. ¿Increíble, verdad?

Una de las líneas de investigación científica más reciente y prometedora de los últimos tiempos en el campo de la biología y la medicina, ha centrado sus esfuerzos en la búsqueda del tratamiento exacto para cada paciente, con el propósito de reducir los costos, optimizar el uso de las medicinas y asegurar la efectividad del régimen terapéutico. Todo esto, gracias al análisis de los genes que influyen en la respuesta farmacológica de varios individuos a una determinada droga, mejor conocido como farmacogenómica.

Basándose en estas potencialidades de la medicina personalizada, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) adelanta el proyecto “Implementación de unidades para el desarrollo de estudios de farmacogenómica que apoyen las investigaciones en las áreas biomédicas y el desarrollo de nuevos productos farmacéuticos”, conjuntamente con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba.

Para estudiar la relación que existe entre la base genética, la predisposición a sufrir una patología determinada y la respuesta del organismo a un medicamento, nuestro país debe adquirir los conocimientos necesarios para el uso de tecnologías altamente sofisticadas como la secuenciación y los microarreglos del ácido desoxirribonucleico (ADN), molécula que contiene información genética clave para la formación y crecimiento de los seres vivos.

A través de la secuenciación es posible conocer la estructura o secuencia de los nucleótidos, que constituyen los compuestos químicos básicos del ADN. Los microarreglos, por su parte, permiten analizar de manera global la expresión de múltiples genes en forma simultánea y en un mismo experimento.

Actualmente, muchos de los trabajos consisten en analizar un único gen e incluso determinadas regiones del mismo, lo que significa que con esta novedosa propuesta se podrán estudiar muchos genes a la vez, acotaron las Dras. Zulay Layrisse y Mercedes Fernández-Mestre, investigadoras del Laboratorio de Fisiopatología del Centro de Medicina Experimental “Miguel Layrisse” del IVIC y encargadas del proyecto por Venezuela.

Primera opción: Leishmaniasis
Muchas instituciones de investigación a nivel nacional podrán beneficiarse con la implementación de esta nueva tecnología. En una primera etapa, los estudios farmacogenómicos se llevarán a cabo en pacientes con Leishmaniasis Cutánea Localizada (LCL) procedentes de la población de Araira, estado Miranda, una de las entidades más endémicas para la LCL, al igual que Sucre, Lara, Táchira, Cojedes y Yaracuy.

La Leishmaniasis humana es una enfermedad infecciosa causada por el parásito Leishmania, el cual ingresa al organismo por la picadura de un insecto previamente infectado. La Leishmaniasis Cutánea se presenta en tres formas clínicas generales: la versión Localizada (LCL), que se manifiesta sólo a nivel de la piel, provocando lesiones dérmicas ulceradas en zonas específicas del cuerpo; la Difusa (LCD), que se presenta en forma de nódulos no ulcerados que se expanden por toda la superficie epidérmica; y la Mucosa (LCM), donde las lesiones reaparecen en las membranas mucosas, orales, nasales, faríngeas o laríngeas. La Leishmaniasis Visceral, una forma más severa de Leishmaniasis, altera el funcionamiento de los órganos internos de los pacientes.

Las especialistas informaron que inicialmente se estudiará una población de 200 individuos: 100 infectados por el parásito Leishmania que acuden a la consulta de Leihsmaniasis del Ambulatorio Almirante Brión, en Araira, estado Miranda; y 100 sanos, no infectados, procedentes de Salmerón, una región endémica localizada a 60 minutos de la localidad mirandina. En ambos casos, la participación será voluntaria. Quienes decidan colaborar obtendrán un doble beneficio: en primer lugar, se les realizará una hematología completa con el propósito de diagnosticar posibles trastornos o desórdenes; y en segundo lugar, tendrán la oportunidad de saber si, en el futuro, desarrollarán la enfermedad o una forma más severa de la misma.

En principio, se detectarán los genes responsables de predisposición y aquellos que pudieran servir como marcadores biológicos de susceptibilidad y progresión a una condición clínica más compleja. Layrisse y Fernández explicaron que así como las personas difieren de otras en la manera como se defienden de un parásito, hay diferencias en las respuestas farmacológicas de los sujetos a una droga en particular, contrastes que dependen en gran parte de la genética. Por consiguiente, estos conocimientos servirán posteriormente para el diseño de nuevos productos farmacéuticos y la aplicación de tratamientos médicos más efectivos.

Según las expertas, los cubanos tienen cierta experiencia en farmacogenómica, pero la han desarrollado de forma artesanal, sin tecnología y equipos tan avanzados como los de secuenciación y microarreglos de ADN. En Cuba no se han reportado casos de Leishmaniasis; sin embargo, está interesada en crear unidades de esta envergadura para continuar investigando en función de sus propias necesidades.

Cualquier enfermedad genéticamente representativa, como el cáncer, la afección cardiovascular e incluso la patología neurodegenerativa, podrá ser estudiada desde el punto de vista farmacogenómico. De allí que la investigación científica en el área de la biología y la medicina tenga un largo, promisorio y emocionante camino por recorrer.

Por Vanessa Ortiz Piñango vortiz@ivic.ve

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