domingo, 23 de septiembre de 2007

El Milenio de los nuevos alimentos




Hoy en día la salud del ser humano depende a gran escala de la alimentación. Existen una serie de alimentos que, agregado a su valor nutricional, afectan positivamente funciones concretas del organismo, estos son considerados funcionales. Ahora… Se imaginan que el ser humano llegase a lograr que cada alimento tenga una o varias funciones específicas dentro del organismo… Actualmente se está trabajando en la elaboración de alimentos que tengan ingredientes de reciente desarrollo y se conocen como Los Nuevos Alimentos. Estos no son más que Alimentos funcionales creados por el hombre; entre los cuales se podrían nombrar los Tomates ecológicos, maíz modificado genéticamente, margarinas que reducen los niveles de colesterol, cereales que ayudan a prevenir infecciones intestinales, entre otros; debemos recalcar que no todos los alimentos funcionales son Nuevos Alimentos, ya que puede existir alguno tradicional que tenga las potencialidades de uno funcional. Todos aquellos alimentos que se quieran considerar como “Nuevos” deben cumplir con al menos una de las siguientes características:
Deben ser transgénicos, es decir, que procedan de microorganismos modificados genéticamente.
Deben poseer una estructura molecular distinta a la que presentaban con anterioridad.
Podrían proceder de microorganismos, algas u hongos (distintos a aquellos empleados tradicionalmente en la elaboración de alimentos).
Que procedan de animales o vegetales en cuya reproducción se empleen métodos no tradicionales.
Deben ser obtenidos mediante nuevos procesos de producción que ocasionen modificaciones importantes de su composición o estructura que afecten su valor nutricional, su asimilación por el organismo o la cantidad de sustancias no deseables que contengan.
Existen 3 tipos de Nuevos Alimentos
El ejemplo más clásico de Probióticos son unos microorganismos del yogurt (Lactobacillus acidophilus bulgaricus). Los Probióticos: son aquellos alimentos que se han logrado alterar consiguiendo que lleguen vivos a zonas finales del aparato digestivo y ejercen un valor funcional distinto al nutricional. Una parte de los efectos se producen al regular la flora bacteriana que se encuentra en la luz del intestino, originando un medio desfavorable para microorganismos productores de infección. El ejemplo más clásico de Probióticos son unos microorganismos del yogurt (Lactobacillus acidophilus bulgaricus) a los que se han añadido en los últimos años los Bifidobacterium y Lactobacillus casei, también Probióticos y, los alimentos que los contienen, son Alimentos Funcionales, aunque sólo los alimentos que contienen a los dos últimos pueden ser considerados como Alimentos Nuevos, porque incluyen microorganismos distintos a los tradicionales. Existen también los Prebióticos, que son todos aquellos que tienen alguna sustancia que pueda ser fermentada por la flora bacteriana de los intestinos, y que producen un efecto favorable. Entre los prebióticos, se encuentran distintos tipos de fibra alimentaria soluble, generalmente hidratos de carbono no digeribles. Ésta es metabolizada por las bacterias de la flora intestinal, originando ácido láctico y ácidos grasos de cadena corta; estos metabolitos estimulan el crecimiento de Bifidobacterium, nutren a las células superficiales del intestino grueso y disminuyen la producción de grasas por el organismo. Así mismo, la fibra puede transportar sales hasta el intestino grueso, y allí se absorben de forma pasiva; entre estas sales, se encuentra el calcio, por lo que la fibra puede tener un efecto beneficioso adicional, reduciendo el riesgo de osteoporosis. Por último están los Simbióticos, que no son más que la combinación de ambos.
¿Qué ventajas nos proporcionan los nuevos alimentos?
En los últimos años, la creación de Nuevos Alimentos ha estado basada principalmente en la disminución de riesgos para contraer cáncer, padecer de enfermedades cardiovasculares, en el fortalecimiento del sistema inmunológico humano y en el control de la obesidad. La primera función (disminución de riesgos para contraer cáncer), es eliminar sustancias tóxicas, disminuyendo la proliferación celular y oposición a la acción cancerígena de determinadas hormonas, como los estrógenos, en el cáncer de mama y algunos tumores ginecológicos. La segunda (disminuir riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares), se logra cuando se consigue crear alimentos que puedan eliminar los compuestos oxidados del organismo, pero generalmente precisan metales para actuar de una forma correcta, por lo que, indirectamente, hierro, cobre, zinc, manganeso y selenio también disminuyen el riesgo de enfermedad cardiovascular. La tercera y no menos importante (fortalecimiento del sistema inmunológico) se consigue aplicando numerosos nutrientes que intervienen en procesos de activación y maduración de las células del sistema inmune, como la estabilidad de las membranas, expresión de determinantes antigénicos y otros marcadores de diferenciación y especialización. Para el control de la obesidad se crean alimentos que contengan algunos componentes que puedan actuar disminuyendo el apetito, como la cafeína y teobromina de café y té y péptidos con actividad opioide; otras sustancias de la dieta incrementan el gasto energético (de nuevo cafeína y teobromina), disminuyen la absorción de grasas (fibra dietética) o modifican la distribución de los depósitos grasos (fitoestrógenos en soja). Como valor agregado, pueden ayudar a retardar el proceso de envejecimiento, ya que la mayoría de estos alimentos poseen óxido, que es una de las sustancias al irse perdiendo del organismo, produce que el individuo envejezca en todos los aspectos. El segundo valor agregado es que logran controlar un poco el comportamiento. Hay aminoácidos (triptófano, tirosina y fenilalanina) que pasan al sistema nervioso central y son precursores de neurotransmisores. El triptófano es precursor de serotonina, que regula el sueño y cuyo déficit se ha involucrado en el origen de la depresión; los niveles que alcanza en sistema nervioso central dependen de las cantidades que se ingieran y que se realice en una comida con otros aminoácidos y carbohidratos.
Carlos Olavarría - 27/7/2007

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