Estudiosos de Israel afirman que un descanso de una hora y media afianza la memoria.
Caracas, 31 de enero de 2008 / El Centro para la Investigación de Comportamiento y el Cerebro, de la Universidad Israelí de Haifa, realizó una investigación sobre la siesta, y su positiva influencia en el funcionamiento orgánico y como reforzador de la memoria. El estudio fue efectuado junto al Laboratorio del Sueño, en el Centro Médico Sheba y el Departamento de Psicología en la Universidad de Montreal. El trabajo fue publicado por la revista científica Nature Neuroscience. En este sentido, los profesores Avi Karni y la doctora María Korman, comprobaron que una siesta mejora la capacidad del cerebro y afianza la memoria de largo plazo, es decir aquella que permanece y no desaparece con el transcurso de los años. Sin embargo, aseguraron que todavía no saben cuál es el mecanismo exacto del proceso de la memoria que ocurre durante el sueño. El análisis se realizó en dos equipos de jóvenes donde evaluaron la habilidad de los participantes para realizar una actividad determinada. Consistió en juntar el pulgar y un dedo en un segmento repetido. Uno de los grupos había dormido una siesta de 90 minutos, mientras que el otro se había quedado despierto. Luego se probó que los participantes que descansaron habían demostrado un significativo avance en la interpretación del tema. VTV/Agencias
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Caracas, 31 de enero de 2008 / El Centro para la Investigación de Comportamiento y el Cerebro, de la Universidad Israelí de Haifa, realizó una investigación sobre la siesta, y su positiva influencia en el funcionamiento orgánico y como reforzador de la memoria. El estudio fue efectuado junto al Laboratorio del Sueño, en el Centro Médico Sheba y el Departamento de Psicología en la Universidad de Montreal. El trabajo fue publicado por la revista científica Nature Neuroscience. En este sentido, los profesores Avi Karni y la doctora María Korman, comprobaron que una siesta mejora la capacidad del cerebro y afianza la memoria de largo plazo, es decir aquella que permanece y no desaparece con el transcurso de los años. Sin embargo, aseguraron que todavía no saben cuál es el mecanismo exacto del proceso de la memoria que ocurre durante el sueño. El análisis se realizó en dos equipos de jóvenes donde evaluaron la habilidad de los participantes para realizar una actividad determinada. Consistió en juntar el pulgar y un dedo en un segmento repetido. Uno de los grupos había dormido una siesta de 90 minutos, mientras que el otro se había quedado despierto. Luego se probó que los participantes que descansaron habían demostrado un significativo avance en la interpretación del tema. VTV/Agencias
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